¿Cómo quitarle el miedo a un perro? Si tienes un perro con miedo seguramente te habrás hecho esta pregunta múltiples veces. Sabemos que tener un perro asustado no es fácil, ya que verle pasar malos momentos a nuestro compañero también nos hace pasarlo mal a nosotros.

Con el post de hoy queremos dar respuestas a tus preguntas sobre el miedo.

¿Qué es el miedo? ¿Qué lo provoca? ¿Cómo detectarlo? ¿Cómo quitar el miedo? Estas son algunas de las cuestiones que resolveremos hoy.

¿Qué es el miedo?

El miedo es una respuesta emocional que aparece cuando el perro se enfrenta a un estímulo o una situación amenazante (El ejemplo claro de estos es la relación entre los perros y los petardos).

El miedo es una respuesta adaptativa y supone un mecanismo de supervivencia. Sin la emoción del miedo, los animales no evitarían los peligros, por lo que morirían.

Es importante diferenciar entre los conceptos de miedo y fobia. Una fobia es una respuesta de miedo desproporcionada en duración y/o intensidad delante de un estímulo que el perro percibe como amenazante. La fobia NO es adaptativa y limita enormemente la capacidad del perro para gestionar la situación amenazante.

¿Por qué tiene miedo mi perro?

El problema de un perro con miedo puede tener un origen multifactorial. A veces será una única causa la que ha provocado que nuestro compañero sea un perro con miedo o a veces se trata de una combinación de múltiples causas. A continuación, te exponemos los factores más influyentes sobre el miedo:

Genética.

El miedo es una característica heredable. Así como se heredan características físicas, como el tipo de manto y el color de los ojos, hay ciertos rasgos de temperamento que también se heredan.

El miedo es una característica con una alta heredabilidad. Esto significa que, de una madre miedosa, los cachorros tendrán un 50% de probabilidades de ser también perros miedosos.

Por este motivo, es muy importante que un perro con miedo no sea utilizado para criar, sus cachorros tendrán muchas posibilidades de llevar este rasgo en su ADN.

Socialización deficiente.

El período de socialización es la etapa del desarrollo que va desde las 3 semanas de edad (cuando el perro ya tiene todos sus sentidos funcionales), hasta aproximadamente los 3 o 4 meses.

Este periodo se caracteriza por que el cachorro aun no tiene totalmente funcionales las estructuras del cerebro que se encargan de la respuesta de miedo. A los 3 o 4 meses estas estructuras ya son funcionales y la respuesta de miedo es similar a la que el perro tendrá cuando sea adulto.

Durante la etapa de socialización, el perro se habituará con más facilidad a todos aquellos estímulos que se le vayan presentando. Durante este periodo debemos presentarle al cachorro distintas personas, perros, ruidos, objetos, superficies etc.

En definitiva, todo aquello con lo que el perro va a tener que relacionarse cuando sea adulto.

Si por el contrario, el cachorro pasa sus primeros meses aislado, será más probable que en el momento de salir al mundo real nos encontremos que tenemos un perro con miedo.

Experiencias traumáticas.

Las experiencias traumáticas también pueden hacer que nuestro perro desarrolle miedo. Por ejemplo, puede ser que tengamos un perro bien socializado, que juega a menudo con otros canes, pero un día sufre una mordida grave y a partir de entonces presenta miedo a perros.

Los perros con miedo por una experiencia traumática tienen mejor pronóstico que los que tiene miedo porqué no han estado socializados o por componente genético.

¿A qué estímulos tienen miedo los perros?

Un perro puede tener miedo a cualquier cosa, pero los estímulos ante los cuales se desarrolla más frecuentemente miedo son:

Ruidos fuertes.

El ruido al que más habitualmente tiene miedo los perros son los petardos, seguidos de las tormentas y los disparos.

La alta intensidad del ruido, la poca previsibilidad y el hecho de no poder identificar de dónde proviene el sonido son características que facilitan que el perro sea cada vez más sensible a este tipo de estímulos, por lo que, si no se trata, es probable que nuestro perro tenga cada vez más miedo.

Personas u otros perros.

Muchos perros son inseguros con personas. Cuando vemos un perro con miedo a personas, tenemos tendencia a pensar que se trata de un perro maltratado, pero no siempre es así. Recordemos que el hecho de no haberse relacionado con personas desconocidas durante el periodo de socialización, o tener padres miedosos también pueden ser la causa.En el caso de perros con miedo a otros perros, la explicación es la misma.

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Estímulos desconocidos.

La neofobia se define como el miedo o fobia a estímulos nuevos. Se trata de un mecanismo natural en los animales. “Si no conoces algo, mejor tenerle miedo”.

El perro es mucho menos neofóbico que su antepasado el lobo. Además, un perro con una rica estimulación en su periodo de socialización será menos neofóbico que uno con una pobre estimulación.

¿Como detectar el miedo?

Es importante atender a la comunicación de nuestro perro para poder ayudarle.

Los signos más evidentes y que seguro sabes detectar en un perro con miedo son: Cola entre las patas, orejas hacia atrás, postura corporal encogida, temblores, intentos de escapar o esconderse.

Otros signos que puede presentar un perro con miedo y a los que también debemos estar atentos:

  • Freezing (quedarse inmóvil).
  • Taquicardia (ritmo excesivo de los latidos del corazón).
  • Taquipnea (ritmo excesivo de la frecuencia respiratoria).
  • Dilatación pupilar.
  • Jadeo excesivo.
  • Hipersalivación.
  • Lamido de belfos.
  • Conductas agresivas.
  • Micciones o defecaciones.

¿Cómo quitarle el miedo a un perro? Tratamiento de los miedos.

Antes de plantearte como quitarle el miedo a un perro debes saber que, la causa, los estímulos a los que tenga miedo y la intensidad de sus respuestas definirán el pronóstico.

Un perro con miedo generalizado por falta de socialización tendrá mucho peor pronóstico que un perro con miedo a un solo estímulo porque un día tuvo una mala experiencia.

En el primero de los casos, tu expectativa deberá cambiar, no debes preguntarte como quitarle el miedo a un perro sino como puedes ayudarle a gestionar mejor sus miedos o a disminuir el tiempo que tarda en recuperarse.

En el segundo caso, aunque es preciso evaluar cada caso en concreto, quizás si puedas preguntarte como quitar el miedo a un perro.

Debemos decir que un perro miedoso siempre tenderá a ser un perro miedoso y seguramente nunca podremos exponerlo a todas las situaciones a las que expondríamos a un perro que no tienen ningún problema.

Hablar de como quitarle el miedo a un perro, así de manera general, es algo complicado, por lo que vamos a intentar darte distintas herramientas para que puedas escoger las que más se adapten a tu caso:

Crear zonas de referencia y seguridad.

Crear una zona de seguridad en casa a la que nuestro perro pueda acudir cuando tiene miedo resulta beneficioso en muchos casos.

En el caso del miedo a ruidos fuertes, podemos utilizar una habitación de la casa sin ventanas o la que quede más alejada del exterior. La utilización de un transportín ayuda a los perros a gestionar mejor los estímulos atemorizantes.

El espacio reducido y el efecto madriguera que crea el transportín les ayuda a estar más tranquilos. El transportín también puede sernos útil para un perro con miedo ante la presencia de desconocidos en la casa.

Es importante hacer antes un protocolo correcto de habituación al transportín para que realmente sea una zona de seguridad. Nunca debemos meter a nuestro perro a la fuerza o de buenas a primeras sin un proceso previo.

En la calle, lo ideal es que nosotros seamos “la zona” de referencia de nuestro perro. Asociar la aparición del estímulo atemorizante a la llamada, para que cuando nuestro perro se asuste acuda a nosotros impedirá las huidas descontroladas con los peligros que eso conlleva.

Es imprescindible que demos respuesta a la conducta de venir y saquemos a nuestro perro de la situación que le asusta. Si por el contrario lo ignoramos o permanecemos allí, el perro tendrá que buscarse otras soluciones.

Proveer al perro de sus propias herramientas de gestión emocional.

Dotar al perro de herramientas de gestión emocional reducirá el miedo.

Pongamos un ejemplo: un perro presenta respuestas de miedo cuando una persona desconocida está a menos de 4 metros. Le enseñamos a nuestro perro que cuando alguien pasa demasiado cerca, puede rodearnos por detrás y colocarse en el otro lado y que con eso la persona se marchará.

Cuando nuestro perro sabe qué tiene que hacer cuando tiene miedo y que esa conducta le dará el resultado que espera, cada vez se sentirá más seguro en distancias más cortas, porque será consciente de que dispone de una herramienta de utilidad.

Desensibilización sistemática y contracondicionamiento clásico.

La desensibilización sistemática es la exposición del perro al estímulo que le da miedo en una intensidad y duración que no provoquen la respuesta de miedo para progresivamente ir subiendo esos criterios y aumentando la tolerancia del perro al estímulo.

Un ejemplo claro de la utilización de esta técnica puede ser con un perro con miedo a viajar en coche. Inicialmente se le enseñaría al perro a subir y bajar del coche hasta que esto no suponga ningún problema para él.

Después se le pediría que se mantenga unos minutos dentro con el coche parado. El siguiente criterio podría ser encender el motor, pero sin mover el coche y así sucesivamente, subiendo criterios cuando el perro tenga superados los anteriores.

El contracondicionamiento clásico es otra técnica utilizada en modificación de conducta que se basa en la presentación del estímulo atemorizante asociado a un estímulo apetecible, como puede ser comida o juego.

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La teoría dice que el perro establece una nueva asociación en la que el estímulo negativo pasa a desencadenar la respuesta que produce el estímulo apetecible al que lo hemos asociado.

La práctica establece que el contracondicionamiento por sí mismo resulta poco útil y el mecanismo por el cual el perro cambia su percepción del estímulo atemorizante no es precisamente porque vaya asociado a comida, si no porque ve que en realidad ese estímulo no le causa daño o porque es consciente de que dispone de herramientas para resolver la situación.

Terapia farmacológica

En algunos casos, resulta necesario ayudarse de fármacos. Los fármacos pueden ir enfocados a paliar los síntomas en un momento concreto o a servir como coadyuvantes del tratamiento de modificación de conducta.

Otros productos.

Existen otros productos no farmacológicos que también pueden ayudar al tratamiento del miedo, como son los nutracéuticos y las feromonas.

Los problemas de miedo no son fáciles de tratar, por lo que te recomendamos que antes de intentar aplicar las estrategias propuestas por tu cuenta, consultes a un profesional para que te pueda asesorar.

En IzeKan estamos a tu disposición si deseas contactar con nosotros para contarnos tu caso en particular.