La agresividad canina es un problema de conducta muy común, representa más de la mitad de los casos consultados a los especialistas en comportamiento canino. Si tú también eres de los que se pregunta ¿Cómo saber si mi perro es agresivo? Desde Izekan queremos recordar que este problema debe ser tratado ya que, además de afectar al bienestar del animal puede representar un peligro para la Salud Pública.
Hoy pretendemos darte algunas claves para entender mejor este problema de conducta y pautas para saber cómo actuar.
¿Qué es la agresividad canina?
Contenido
Se define como agresividad la tendencia a actuar o responder de manera violenta. Y se entiende como agresión la conducta hostil o destructiva cuya finalidad es provocar daño a otro.
Si extrapolamos esta definición a los perros con problemas de agresividad probablemente, para la mayoría diríamos que no tienen tendencia a actuar de manera violenta, sino que muestran agresividad en un determinado contexto.
Con esto queremos decir, que no existen perros agresivos y perros no agresivos. La agresividad no es una característica del individuo, sino que es un síntoma que se manifiesta en un determinado contexto. Un perro aprende a responder de manera agresiva ante una situación determinada. No suelen haber individuos agresivos en todos los contextos.
Señales de agresividad canina
Muchas veces, hasta que no ocurre un episodio de mordida, muchos guías no son conscientes de que su perro tiene un problema de agresividad canina.
Es necesario conocer el lenguaje canino para identificar tanto las señales de amenaza como las señales de incomodidad que presenta un perro ante determinados contextos. Esto puede prevenir la aparición de una agresión más grave.
Ladrar, gruñir, levantar los belfos, la piloerección y la rigidez corporal son señales que anticipan la agresión. Presta atención a estas señales y no esperes a que haya una mordida para darte cuenta de que hay un problema. Ante la primera señal lo ideal es que acudas con tu mascota a clases de adiestramiento canino.
Factores influyentes en la agresividad canina
Genética
La genética marca de manera importante la forma que tendrá un perro de responder ante un estímulo que él perciba como amenazante. Hay perros que tenderán a huir o bloquearse mientras hay otros perros que tenderán a actuar contra tal estímulo.
Por eso, nos gusta remarcar que, tanto la agresividad canina como otros problemas de conducta, no solo dependen de cómo se haya educado al perro, sino que el código genético del animal es de gran influencia. Así que no te culpes de todos los problemas de tu perro, la genética también ha puesto su parte.
Periodos críticos
Las primeras etapas de la vida de un cachorro son muy importantes para su futuro desarrollo. Una de las cosas más importantes que debes conocer acerca de cómo educar a un cachorro es la importancia del periodo de socialización. Hacer una buena socialización reduce las probabilidades de presentar algunos tipos de agresividad por miedo.
Aprendizaje
Un perro que aprende que la agresión le sirve para solucionar situaciones que él percibe como amenazantes o incómodas seguirá usando esta herramienta rápida para poner fin a los conflictos. Es importante buscar la ayuda de un profesional en educación canina enseguida que detectamos que nuestro perro empieza a desarrollar conductas agresivas.
Causas de la agresividad canina
Entendemos como causa, la motivación que lleva al perro a mostrar una conducta agresiva. A pesar de que hay multitud de clasificaciones para la agresividad canina, en este post la hemos dividido según lo que hemos considerado útil a la hora de realizar el tratamiento:
Agresividad canina por causa orgánica
La agresividad canina puede ser consecuencia de un problema médico. El dolor, patologías endocrinas, neurológicas o de los órganos de los sentidos pueden cursar con agresividad. Es la primera causa que se debe descartar ante la aparición de un problema de agresividad.
Agresividad canina por miedo
El miedo es una de las principales causas que lleva a un perro a mostrarse agresivo. Con la agresión, el perro pretende alejar al estímulo amenazante.
Agresividad canina por competencia de recursos
Un perro puede mostrase agresivo para defender algún recurso importante para él, comida, juguetes, personas, etc. Este problema suele ser más conflictivo cuando se genera en el entorno del hogar.
Agresividad canina intrasexual
Un perro con agresividad intrasexual es aquel que solo se muestra agresivo con perros de su mismo sexo. Es un tipo de agresividad con una alta influencia hormonal y que suele ser más común entre machos adultos.
Agresividad canina por frustración
La frustración es la respuesta emocional que se genera en un individuo cuando no puede satisfacer un deseo.
Los perros pueden responder de distintas formas a la frustración, por ejemplo, con el ladrido, lloriqueo, la monta, los saltos o la agresividad.
Agresividad canina predatoria
La agresividad predatoria o agresividad depredadora es el único tipo de agresividad que no tiene una causa emocional. Es una agresividad no afectiva.
Ocurre cuando un estímulo, normalmente en movimiento, activa la conducta de caza del perro. Las áreas del cerebro que se activan son distintas de las que se activan en los otros tipos de agresividad canina.
¿Cómo tratar la agresividad canina?
Si tienes un perro con problemas de agresividad lo primero que tienes que hacer es solicitar la ayuda de un educador canino. Una cosa es utilizar internet para obtener tips para enseñar habilidades a tu perro y otra muy distinta es “probar” de solucionar un problema de agresividad.
¿La agresividad canina se cura?
Seguramente esta es la pregunta que más te preocupa. Es nuestra obligación informarte de que un perro que ha agredido siempre puede volver a hacerlo y no es realista tener el objetivo conseguir un perro “normal”.
Está claro que, según el tipo de agresividad, la intensidad y lo que la haya detonado, el pronóstico puede variar muchísimo.
Generalidades del tratamiento
En el caso de que la agresividad sea de causa orgánica, el problema médico es lo primero que debe tratarse antes de iniciar un trabajo de modificación de conducta canina. En ocasiones, hecho esto, la agresividad desaparece. Por eso es tan importante realizar un buen diagnóstico.
En el caso de que la agresividad tenga un origen comportamental, para la mayoría de los casos, a través de las clases de adiestramiento canino enseñaremos:
- Proporcionar un periodo de reducción de estrés. Antes de atacar un problema de comportamiento de manera específica deben cubrirse SIEMPRE las necesidades de conducta del animal: rutinas correctas, contacto social, ejercicio físico y mental adecuados, etc. A la vez que evitar en la medida de lo posible el estímulo que desencadena la agresividad.
- Ejercicios de conexión con su guía, como el foco, un buen manejo de correa y los redireccionadores, sirven para que ante un problema, el perro tenga más facilidad para tomar a su guía como referencia.
- Ejercicios de autocontrol. Permiten augmentar la capacidad del animal par pensar antes de actuar cuando se encuentra ante un estímulo que le desencadena una emoción. Sin autocontrol los perros tienen reacciones impulsivas ante las emociones.
- Herramientas de gestión emocional. Ante una conducta agresiva, no vale decirle al perro solamente lo que no tienen que hacer. Sino que debemos proporcionarle otras conductas alternativas que le ayuden a entender que puede obtener la misma consecuencia en el entorno sin necesidad de utilizar la agresión.
Tratar la causa
Detectar la causa de la agresividad es necesario para saber qué herramientas de gestión emocional tengo que utilizar y cómo.
Si un perro es agresivo porque tiene miedo, hay que ayudarle gestionar sus miedos de otra forma. Puedes encontrar más información en nuestro post sobre ‘Miedo en perros’.
Otro tipo de agresividad por miedo (miedo a quedarse solo) es aquella que se manifiesta cuando un perro con ansiedad por separación impide la salida de casa de sus propietarios de manera agresiva. En este caso el tratamiento debe ser dirigido a modificar la ansiedad canina por separación.
En el artículo “Mi perro me gruñe” encontrarás ideas sobre cómo se trabaja la protección de recursos y otros conflictos que se pueden dar dentro del ámbito familiar. ¡Ojo! De nuevo te repetimos que, lo más adecuado y efectivo es realizar estos trabajos con ayuda profesional.
En el caso de la agresividad canina por frustración se debe enseñar al perro a aceptar, de manera progresiva, las situaciones que desencadena frustración. Los ejercicios de autocontrol, estructura de juego, etc. también forman parte de estos tratamientos.
¿Castración sí o no?
Existe la creencia de que la castración reduce la agresividad canina. La castración solo es efectiva cuando existe una clara relación entre la agresividad y la testosterona. Por nuestra parte recomendamos la castración como solución a un problema de agresividad SOLO en caso de machos con agresividad intrasexual clara.
Medidas de seguridad
En ocasiones, dependiendo del riesgo para terceros que conlleva el problema de nuestro perro, es imprescindible utilizar medidas de seguridad como el bozal. En tal caso, una habituación progresiva al bozal ayudará a nuestro perro a llevarlo como algo normal y mantener un estado emocional positivo.
Contáctanos
Desde Izekan esperamos que este artículo te haya servido de ayuda para comprender mejor el problema de tu perro. Puedes dejarnos tu comentario o contactar con nosotros para contarnos tu caso. Estaremos encantados de ayudarte.
Tengo tres mascotas y dos de ellas son rescatadas. Una de ella es Anny, quien tiene tres anios al momento. La rescaté cuanto tenía cuatro meses y tuvimos que curarla del parvovirus, moquillo y de su patita delantera, que según parece fue atropellada el mismo día que la rescaté. Sus primeros dos meses tuvo que estar alejada de mis otras dos mascotas y hasta cierto punto su primer mes vivió en jaula dentro de las dos clínicas que le trataron las enfermedades antes mencionadas. Posteriormente fue socializando con todos y se unió a la familia. Todo iba bien, hasta que hace casi más de un anio le atacó por tres ocasiones a una de mis mascotas (en diferentes ocasiones) y desde ahí, la relación no ha sido muy buena. La llevé a un curso de adiestramiento canino, le pagué entrenador privado para que logre mejore la relación entre ellos, pero no hubo mucho efecto. Con el pasar de los meses las cosas mejoraron y yo me sentía mucho más tranquila, hasta el día de ayer, que nuevamente le volvió a atacar a mi mascota y le asustó a la otra.
No sé que puedo hacer…. no sé si este ataque está relacionado con la cuarentena que hemos vivido, porque no ha salido por todo ese tiempo, si tiene alguna relación con el moquillo que sufrió cuando era cachorra, no sé qué hacer…..
Hola Victoria,
Sin duda puede ser que el estrés de los cambios de esta cuarentena haya afectado a tu perra y los ataques se hayan vuelto a producir.
Cuando hay problemas con perros que conviven se debe valorar cada caso en particular, para ver sobre qué es lo que detona los ataques, para poder trabajar sobre esas situaciones y evitar que se repitan los ataques. Si los ataques se dan con sólo cruzar miradas la cosa se complica. No obstante si ya habías mejorado, puede ser que esto sea transitorio por la situación de la cuarentena. Intenta evitar las situaciones en que sabes que se pueden pelear si esto es posible, por lo menos hasta que podáis volver a vuestras rutinas.
Hola,
Mi perro es un cruce de collie con perro callejero. Tiene 4 anos y medio.
No esta castrado. Tiene epilepsia pero no esta tratado ya que los episodios son muy irregulares y separados en el tiempo.
Siempre ha sido muy protector, en especial desde mi primer embarazo. Ha dado «mordisquitos» al cartero y se ha mostrado agresivo hacia varias personas, siempre hombres.
Nunca nos habia dado ningun problema dentro del habito familiar. Estoy embarazada de nuevo; nuestro primer hijo tiene ahora casi 3 anos y siempre se han mostrado carinosos el uno hacia el otro. Desde hace poco, el perro ha empezado a grunirle y a intentar darle un «mordisquito» (ensena los dientes y se muestra agresivo, pero no ataca con la boca abierta por completo, como para dar un bocado) Solo hace esto cuando el nino se acerca a darle un beso y abrazo de buenas noches. El resto del tiempo no hay ningun problema ni nigun acercamiento ni actitud extranas. Creemos que podria ser agresividad por competencia, por lo que hemos leido. El veterinatio ha descartado algun problema fisico.
Me gustaria saber vuestra opinion.
Hola Pilar,
Un problema de agresividad en casa habiendo niños siempre es un tema complejo y delicado. Ciertamente no osaría dar mi opinión por aquí. Mi recomendación es sin duda que pidas ayuda profesional de manera presencial, y que un educador o etólogo de tu zona pueda valorar el caso al detalle.
Si tenéis claro en que contexto pasa (abrazo y beso de buenas noches) evitarlo.
Buenos días, quisiera saber cuales son sus metodos de enseñanza hacía un perro que es agresivo por miedo. Tenemos un american stafford con problemas de agresividad hacia personas y perros, cada vez va a mas llevamos yendo a una educadora. ya hace 4 meses o mas con paseos grupales etc parece que va bien y derrepente nos sorprende con otra mordida a un perro..y asi en varias ocasiones. Estamos un poco frustrados y sin saber que mas hacer. Pero no quiero usar ningun castigo hacia el. Tiene 2 años y 2 meses ahora y lo castramos en enero. Antes de cumplir el año el no era asi. Podríamos concertar alguna visita o almenos llamarnos antes y hablar un poco del tema? Muchas gracias un saludo
Hola Laura,
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