Si estas leyendo este post sobre cómo adiestrar a un cachorro probablemente es que acabas de adquirir uno o has tomado la decisión de hacerlo. En primer lugar, ¡felicidades, compartir la vida con un perro es una experiencia fantástica!
En segundo lugar, ¡apresúrate, no hay tiempo que perder!
La importancia de empezar el adiestramiento a temprana edad
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Los cachorros son muy divertidos y verlos crecer es algo muy bonito, no obstante, educar a un cachorro no es un camino de rosas.
Los cachorros precisan de mucho tiempo de dedicación y requieren que estemos pendientes de ellos, lo muerden todo, juegan descontroladamente, orinan por casa, se suben encima de la gente, etc. En ocasiones, aplicar las pautas sobre cómo educar a un cachorro puede resultar una tarea constante y dificil
Pero oye, ¡No queremos desanimarte!. Al contrario, queremos acompañarte en esta etapa y decirte que no eres el único al que su cachorro trae de cabeza.
Aplicar los consejos sobre cómo adiestrar un cachorro supone una inversión de futuro. Es ahora, cuando tu perro aún no ha generado aprendizajes indeseados, el momento en que va a ser más sencillo enseñarle todas aquellas cosas que quieres de él.
Si desde el principio tienes claro cómo adiestrar a un cachorro, vas a ahorrarte problemas: no vas a generar malos hábitos en el perro que luego tenga que “desaprender”.
Las conductas adecuadas que se enseñan correctamente desde el principio, siempre se aprenderán más rápido, serán más fiables y duraderas en el tiempo.
Cosas que debes tener en cuenta sobre cómo adiestrar a un cachorro
Al igual que hay que establecer unas normas claras para el cachorro, también debemos establecerlas para nosotros. Cuando nos planteamos cómo adiestrar a un cachorro no podemos olvidar las siguientes pautas:
Todos los miembros de la familia deben seguir las mismas normas.
Aunque pueda parecer algo obvio la realidad es que en muchas familias cada uno tira por su lado a la hora de educar a un cachorro.
Debéis poneros de acuerdo entre todos los que miembros que van a convivir con el perro y que van a contribuir en su cuidado. Algunas de las cosas que deberéis acordar son:
¿Dónde va a dormir el cachorro? ¿Podrá subir al sofá? ¿Y a la cama? ¿Se le puede dar comida de la mesa? ¿Cómo se juega con el cachorro? ¿Qué hacemos si está rompiendo algo que no queremos? ¿Y si nos mordisquea las manos? ¿Cómo actúo si se hace pis en casa? ¿Qué hago si tira de la correa? Etc.
Si todos los miembros de la familia actuáis SIEMPRE de la misma manera frente a cada situación el cachorro aprenderá mucho más rápidamente qué es lo que tiene que hacer. Si por el contrario, frente a una misma situación, cada uno responde de forma diferente, crearéis confusión y frustración en el cachorro que decidirá seguir intentando aquello que más fácil le resulta o le lleva a lo que desea.
Lo que está permitido de cachorro está permitido de adulto.
Desde que empiezas a educar a un cachorro debes pensar en que conductas vas a querer que tenga de mayor. Si ahora puede subir al sofá o saltar encima de la gente para saludar, también lo hará cuando pese 30 Kg más.
Así que, aunque haya comportamientos que parezcan graciosos ahora piensa si después pueden suponer o no una molestia y empieza a educar desde este momento para que en el futuro no sucedan.
Si en los primeros meses las normas son unas y luego pretendemos cambiarlas, el proceso será mucho más lento, además de que en algunos perros puede aparecer frustración con los consiguientes problemas de conducta que esto puede acarrear.
Recuerda que tu cachorro no sabe lo que está permitido y lo que no.
Los cachorros no vienen con un código de normas en la cabeza. No saben lo que es socialmente correcto y lo que no, que objetos pueden mordisquear y cuáles no, ni dónde deben orinar y dónde no.
Simplemente son cachorros y se comportan atendiendo a sus necesidades y a sus impulsos. Si tienen pis, ¿Por qué aguantarse? Si las hamburguesas de la mesa huelen estupendamente, ¿por qué no van a intentar cogerlas? si se aburren, ¿por qué no jugar a hacer confeti del sofá?
Piensa en estas palabras cuando te encuentres regañando a tu cachorro por algo que ha hecho mal. Cuando nos dedicamos a educar a un cachorro debemos centrarnos en construir hábitos y conductas.
Antes de poder decirle que es lo que NO debe hacer debemos decirle que es lo que SI debe hacer.
Impide la conducta que no desees y premia la alternativa.
¿Qué hago entonces cuando mi cachorro hace…..? Así empiezan la mayoría de las preguntas que nos plantean los propietarios que desean aprender cómo adiestrar a un cachorro. Y la mayoría de las veces nuestra respuesta es la misma:
‘Piensa en qué podrías hacer antes para que tu cachorro no haga eso’.
Lo que queremos decir con esto es que la formulación de la pregunta es inadecuada, siempre pensamos en como corregir comportamientos indeseados cuando ya han ocurrido y lo que debemos plantearnos es como ANTICIPARNOS para que esos comportamientos no puedan producirse.
Pongamos algunos ejemplos:
EJEMPLO 1: Un cachorro que cada vez que nos sentamos a comer intenta saltar para llegar a la comida de la mesa.
En vez de regañarle y enfrentarte a él cuando esto ocurre, prepárale un juguete tipo Kong u otro juguete dispensador de comida y en cuanto pongas el mantel ofrécele el Kong en su cama. Mientras vosotros coméis él estará tranquilamente disfrutando de su Kong en su sitio.
A la larga habrá generado el hábito de quedarse en su sitio durante las horas de comer. Después puedes empezar a alargar el momento de entrega del Kong, de manera que si espera en su sitio mientras coméis al final tendrá su recompensa.
EJEMPLO 2: El cachorro que salta encima de las visitas para saludar.
Mientras tienen pocos meses esto es algo que a todo el mundo le hace gracia. Pero esto se convierte en un problema unos meses después, especialmente si tienes un perro de tamaño grande.
Cuando tu Golden Retriever de 30Kg, tu Pastor Alemán de 40kg o tu Mastín de 70kg pongan las patas encima de los sobrinitos pequeños o de la abuela, puede llegar a ser hasta peligroso.
Impide desde cachorro que esto ocurra. Ponle la correa a tu cachorro cada vez que vengan visitas y písala dejando la largada suficiente para que tu perro no pueda ponerse a dos patas. Entonces, con las cuatro patas del cachorro en el suelo, permite a tus visitas que lo saluden.
Si eres constante, en poco tiempo tu cachorro irá a saludar sin intentar saltar, simplemente porque nunca lo ha podido hacer.
Las bases del adiestramiento
En Izekan siempre decimos que hay muchas cosas que un cachorro debe aprender antes que aprender a sentarse. Antes de enseñar comportamientos debes construir unas buenas bases para obtener comprensión y fiabilidad por parte del perro en todo lo que le queramos enseñar posteriormente. Estos pilares fundamentales son:
Motivación.
Esfuérzate por conseguir que tu cachorro disfrute cuando le propones aprender cosas. Convierte las sesiones de entrenamiento en un juego entre los dos. Utiliza juguetes, varia la forma de entrega de los premios y sobre todo ¡sé expresivo!
Si quieres tener un perro entusiasmado demuéstrale que tú también lo estás. Para entrenar bien a un perro lo primero que se necesita es perder la vergüenza.
Confianza.
Crea un vínculo de confianza entre tu i tu perro. Trabaja siempre desde el respeto y sin presionar a tu cachorro. Una gran herramienta para generar confianza es el juego. Crear una estructura de juego adecuada, nos llevará a tener un perro que entienda que jugar con nosotros es mucho más divertido que el juguete en sí.
Autocontrol.
El autocontrol es la base para tener un perro equilibrado que nos pueda acompañar en nuestro día a día.
El autocontrol es la capacidad de gestionarse emocionalmente y no reaccionar ante los impulsos. Nos ayuda especialmente en perros nerviosos y activos.
Con autocontrol conseguiremos que nuestro perro no tire de la correa, que vea otros perros pasar sin tener que ir siempre a saludar, que no salga corriendo detrás de cada bicicleta o pelota, que espere a la señal para coger un juguete aunque lo estemos agitando con las manos y muchas cosas más.
En definitiva, el autocontrol capacita al perro para que, delante de un estímulo, pueda pararse a elegir qué respuesta da en vez de reaccionar impulsivamente.
En Izekan te ayudamos a construir todas estas bases con tu cachorro a través de nuestras clases de adiestramiento para cachorros y nuestros cursos de socialización para cachorros.
Si deseas más información no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Mi cachorro tiene 4 meses, se descontrola cuando me ve luego de unas horas, por ejemplo, el duerme en otra habitación, no ha tenido problemas con eso, no llora ni nada, sin embargo, cuando nos ve en la mañana la emoción es tal que se orina y se tira encima de mí, e incluso muerde, esto mismo ocurre siempre que me deja de ver por un rato. ¿cómo puedo evitar que esto siga ocurriendo?
Hola Johana,
Que tu cachorro se ponga contento y se excite cuando te ve es una cosa natural. Mi recomendación es que intentes hacer un saludo calmado y poco efusivo para no añadir más nerviosismo a la situación.