Conocer las bases de la piscología canina es necesario para poder educar a nuestro perro de una manera saludable. Entender como es la conducta de los perros y porqué actúan como actúan nos ayudará a saber como debemos relacionarnos con ellos y que cosas podemos hacer para modificar aquellas conductas que no son de nuestro agrado.

Podríamos entender por psicología canina, los procesos mentales que llevan a los perros a mostrar ciertas conductas. Pero la realidad es que el comportamiento canino depende de muchos más factores, no únicamente de sus capacidades cognitivas o emocionales.

De hecho, el término ‘psicología canina’ es una forma coloquial y que todos entendemos para referirnos al comportamiento de los perros, pero sería más preciso hablar de ‘etología canina’.

¿Qué es la etología canina?

La etología es la ciencia que estudia el comportamiento de las distintas especies animales. En el caso de la etología del perro se trata del estudio del comportamiento de los perros.

La etología canina pretende responder a dos preguntas clave:

¿Qué hacen los perros? y ¿Por qué hacen lo que hacen?

¿Qué hacen los perros?

Con esta pregunta, la etología canina se encarga de describir cuáles son las conductas normales de la especie en su hábitat natural y lo hace a través de la observación.

Puede que esta parezca una pregunta muy fácil de responder sobre psicología canina, pero si así fuera, no encontraríamos tantos propietarios que impiden que sus perros hagan de perros.

Pongamos un ejemplo: En nuestro trabajo hemos encontrado a menudo personas que nos cuentan que no dejan a sus perros oler los pipis de otros perros en la calle porque les parece antihigiénico.

Pues una de las necesidades de los canes es la comunicación con otros individuos de su especie. La recogida de información a través de las feromonas de la orina forma parte de la comunicación indirecta, necesaria para que ellos se desenvuelvan mejor en su entorno.

Conociendo qué hacen los perros podremos cubrir sus necesidades de conducta, es decir, podremos garantizarles que puedan expresar todas aquellas conductas necesarias para su especie y propias de la psicología canina

Las necesidades de conducta de un perro van más allá de darle comida, agua y sacarlo a pasear. Si cubrimos las necesidades de nuestro perro, este tendrá un mejor equilibrio emocional, se adaptará mejor a su entorno y por tanto tendrá más bienestar. Como consecuencia tendrá menos probabilidad de presentar problemas de comportamiento y, por tanto, nosotros como propietarios, tendremos mejor calidad de vida.

comportamiento de los perros

¿Por qué hacen lo que hacen?

Respondiendo a esta pregunta, la psicología canina pretende explicar todos los factores que influyen en cada una de las conductas observadas: Cuáles son los estímulos exteriores que la desencadenan, que factores internos participan (hormonas, neurotransmisores), que parte del sistema nervioso es responsable de esa conducta, como influye la edad del animal, que función tiene para la supervivencia de la especia esa conducta, etc.

Los puntos clave de la psicología canina

Como hemos visto, entender la mente de un perro no es tarea de dos días. No obstante, creemos que si observas el comportamiento de tu perro teniendo en cuenta algunos puntos clave de la psicología canina podréis entenderos mejor mutuamente.

El perro desciende del lobo, pero no es un lobo.

El perro desciende del lobo. Hay ciertos aspectos del comportamiento de los perros que son herencia de su antepasado salvaje el lobo.

Por ejemplo, a pesar de que nuestros perros domésticos no necesitan cazar para sobrevivir, la conducta de juego de los perros es una conducta fuertemente arraigada en la especie.

El juego reproduce la secuencia de caza: búsqueda – acecho – persecución – presa – matar – transportar – ingerir. Dependiendo de la raza y de las características individuales, cada perro habrá desarrollado unas u otras partes de la secuencia.

Jugar rutinariamente con nuestro perro es muy importante para su bienestar emocional.

A través del juego, debemos dejar expresar a cada perro las partes de la secuencia de caza que necesite expresar.

Ideas como las de que fomentar la presa en el juego o dejarle matar el juguete inducen a la agresividad son falsas creencias que no ayudan al desarrollo emocional de nuestros perros.

Otro aspecto importante de la psicología canina relacionado con la herencia del lobo es el hecho de que los perros son animales sociales.

Los lobos no son solitarios, viven en familia y los perros siguen teniendo la necesidad de vivir dentro de un grupo social. El aislamiento social (perros de finca, o perros que pasan todo el día solos) puede desencadenar serios problemas de conducta, porque representa una situación antinatural para el perro.

El perro no es un lobo. En el extremo opuesto, debemos decir que explicar la psicología canina basándonos completamente en la etología del lobo es un error.

Este problema lo encontramos especialmente cuando se habla del tema de que hay que enseñarle al perro quien es el líder de la manada. Las familias de lobos tienen jerarquías muy establecidas, en cambio en los perros, no está tan claro que cada uno tenga una posición social dentro del grupo y aún menos si hablamos de la relación que se establece entre perros y humanos.

Para acercarse a la psicología canina debemos aceptar que no tiene sentido la idea de que tenemos que mostrarnos dominantes con nuestro perro y hacerlo sumiso. Y menos aún si esto implica el uso de la fuerza.

En todo caso debemos mostrarnos como una figura de referencia, en quien nuestro perro confíe y pueda acudir en caso de conflicto.

conducta de los perros

La conducta es la expresión de una emoción

No podemos pretender cambiar el comportamiento de los perros solo premiando o castigando conductas.

Debemos preguntarnos siempre qué está sintiendo nuestro perro para comportarse de tal manera e intentar que nuestra intervención vaya dirigida a modificar o regular la emoción causante de la conducta.

Esto no siempre es sencillo y en muchas ocasiones puede requerir ayuda de un profesional.

Los perros son seres amorales.

La mente de los perros no comprende los conceptos de El Bien y El Mal. Pensar que nuestro perro ‘sabe que ha hecho algo mal’ o que ‘tiene que hacer algo porque es lo correcto’ es atribuir a los perros características humanas.

El comportamiento de los perros se rige por los conceptos de Seguro y Peligroso o Complaciente y Desagradable. Por tanto, si una acción le supone una consecuencia que él considera desagradable o que amenaza su integridad física, dejará de hacerla. Si una acción le supone una consecuencia que para él es placentera y además es segura la hará con más frecuencia.

Las necesidades mentales son tan importantes como las físicas.

Toda persona que adquiere un perro tiene claro que uno de sus requerimientos va a ser salir a pasear cada día y que si además tiene algún rato en el que pueda correr aún mejor.

No obstante, pocas personas tienen claro que la mayoría de los perros también requieren que le demos trabajo a su cabeza. Los trabajos de olfato, los ejercicios de obediencia o habilidades caninas y los juegos cognitivos aportarán la estimulación mental necesaria para contribuir en la prevención de problemas de comportamiento.

etología del perro

La raza SI importa.

Conocer las características y necesidades de la raza de nuestro perro nos permitirá estar más preparados para saber cubrir sus requerimientos. La raza del perro no define la psicología canina, pero si tiene una importante influencia sobre el temperamento y carácter.

Si a pesar de estas bases sigues pensando que no acabas de entender alguno de los aspectos del comportamiento de tu perro o la psicología canina, puedes contactar con nosotros, y te ayudaremos a establecer una comunicación efectiva entre tu compañero canino y tú.