En Izekan, nos encontramos a menudo con consultas del tipo “Mi perro no me hace caso. ¿Cómo hago para que sea un perro obediente?” Muchas veces buscamos un entrenador de perros que nos explique qué técnicas de adiestramiento canino debemos usar para conseguir que nuestro perro sea obediente y nos olvidamos de cosas menos técnicas, pero mucho más importantes, cómo el tipo de relación que establecemos con él.

Pasos para tener un perro obediente

La primera premisa para tener un perro obediente es que él quiera hacer las cosas.

Para eso, tenemos que currárnoslo SIEMPRE. No tiene sentido tener una técnica espectacular a la hora de crear un ejercicio si luego no cuidamos la relación que existe entre ambos, lo que le comunicamos en cada momento, la calidad de nuestras interacciones, etc.

A continuación, te damos las claves para establecer una buena relación con tu perro, necesaria para conseguir un perro obediente.

1.     Construir un vínculo de confianza

El primer paso para que sea un perro obediente es que confíe en nosotros plenamente.

Para eso es necesario evitar castigos, gritos, cachetes e incluso manipulaciones bruscas de las que a veces no somos conscientes, como los tironcitos de correa durante el paseo.

No hay nada como educar a un cachorro con esta filosofía desde el inicio, pero si tu perro ya es adulto sigues estando a tiempo de darle una educación canina basada en la confianza.

Nuestro perro no debe temernos ni respetarnos, debe sentirse seguro a nuestro lado y tener previsibilidad de cuáles serán nuestras respuestas.

Un ejemplo claro se da en la llamada. ¿Quién no ha regañado a su perro porque después de llamarlo 5 veces, cuando finalmente viene, descubre que se estaba pegando un festín por ahí escondido? Sea lo que sea que haya pasado previamente, si regaño a mi perro cuando viene a la llamada, lo único que conseguiré es que la próxima vez tarde aún más en venir.

Así que lo primero, debe ser convertir-nos en alguien previsible, en el “colega guay” de nuestro perro. Tu perro no debe respetarte, debe adorarte y desear que le pidas hacer cosas contigo.

2.     Cubrir sus necesidades básicas

Pienso para perros obedientes

Los perros tienen necesidades físicas, mentales y sociales que hay que atender. Deben salir a pasear a diario, tener la oportunidad de correr si lo necesitan y de quemar energía.

La mayoría de los perros también necesitan ejercitar su mente. Ésta es una necesidad que se suele dejar mucho más aparcada, pero es tan importante como el hacer ejercicio. Puedes encontrar algunas ideas para estimular cognitivamente a tu perro en nuestro post 10 juegos para perros que activan su mente.

Por otra parte, el perro es un animal social. Debe tener la oportunidad de relacionarse con personas y otros perros. Un perro que está muchísimas horas solo en casa es un perro con un déficit en sus necesidades sociales.

Ojo, esto no quiere decir que todos los perros tengan que jugar con otros perros. Si tenemos un perro que no quiere estar con otros perros no hace falta empeñarse en ello, no lo estaremos ayudando. Cuidado también con abusar de los pipicanes y este tipo de sitios donde se acumulan veinte perros a tope de excitación, no se suelen aprender buenas formas de relación en tales lugares.

Si las necesidades básicas no están cubiertas, se genera estrés y éste impide el aprendizaje. No es que no quiera ser un perro obediente, sino que es incapaz de concentrase en lo que le quieres enseñar.

3.     Realizar actividades juntos

Además de excursiones y salidas a lugares divertidos para tu perro, realiza actividades que impliquen una interacción directa con él, como sesiones de juego, ejercicios de obediencia, juegos de olfato, etc.

Traspasa estas actividades a la calle. No te quedes solamente con hacer cosas en casa. Piensa que es fuera dónde quieres conseguir un perro obediente, por lo que vas a tener que mostrarle que ocurren muchas cosas divertidas contigo fuera de casa.

4.     Conocer sus reforzadores

La conducta de los perros no se rige por los conceptos de lo correcto o lo incorrecto o del bien o el mal. Esto es algo muy de los humanos. Así que la idea de que el perro tiene que obedecer porqué sí, no va en su naturaleza.

Los perros actúan según las consecuencias de sus acciones. Si cierta acción se ve reforzada se repetirá con más frecuencia. Conocer lo que es un reforzador para cada perro es importante para conseguir un perro obediente.

Cuando hablamos de reforzadores no solo nos debemos limitar a las salchichas, la pelota o el mordedor. Algo muy importante es utilizar el refuerzo social. Pero éste debe ser creíble, el perro tiene que detectar que realmente estás muy emocionado y feliz por aquello que ha hecho.

Otro reforzador muy valioso son las actividades que a nuestro perro le gusta hacer. Aprovecha aquello que tu perro quiere hacer en cada momento para usarlo como refuerzo de una conducta que quieres que haga. Por ejemplo, si está deseando que lo sueltes en el parque para ir a correr con sus amigos, hazlo después de que ejecute el comportamiento que tu le has pedido. Utiliza el Principio de Premack para entrenarlo y que sea un perro obediente.

5.     Hablar el mismo idioma

Los perros no vienen con una codificación en el cerebro de las señales de “ven, sienta, tumba, etc”. Así que, empezar a dar órdenes a las que no les hemos dado un sentido previo no va a servir de nada.

A la hora de enseñarle un nuevo comportamiento a tu perro asegúrate de que sabe ejecutarlo antes de asociarlo a una palabra u orden.

Es importante tener claro cómo enseñar a un perro utilizando marcadores informativos, tener un buen timing, utilizar inductores de comportamiento claros, etc. para tener una comunicación efectiva.

Puedes  contactar con nosotros para ayudarte en esta parte del proceso.

6.     Progresa al nivel que tu perro necesita

 

A la hora de entrenar los distintos ejercicios debes aumentar la dificultad de manera progresiva.

¿Cómo va tu perro a venir a la llamada en medio del juego con otros perros si no viene cuando está olfateando el suelo?

Debes subir el primer escalón antes de querer superar el cuarto. No tengas prisa.

También hay que tener en cuenta que no se puede pedir el mismo nivel de exigencia a todos los individuos. La genética, los instintos, las razas de perros y el temperamento individual también influyen.

¿Perro obediente o perro colaborador?

Cuando utilizamos expresiones como ‘dar una orden’ o ‘que tu perro sea obediente’, todos entendemos con facilidad que se trata de decirle algo al perro y que él lo haga, por ejemplo “Ven” y que el perro acuda a la llamada.

No obstante, personalmente, prefiero expresiones como ‘dar una señal’ y ‘que tu perro responda a tus señales’.

Una señal es una palabra, gesto o sonido al que le hemos dado un significado y que nos permite comunicarnos con nuestro perro de manera efectiva.

La palabra orden implica que el perro está obligado a realizar tal acción y cuando algo es una obligación significa que no se hace por gusto. Trabaja para que tu perro responda a tus señales porque le encanta colaborar contigo.

Y tú, ¿quieres un perro obediente o un perro colaborador? ¡Déjanos tu comentario!